Lee Juan 11:28–44
A veces, parece como si el dolor hubiera sido prohibido en los funerales. Ya ni siquiera nos gusta llamarlos funerales. Son “celebraciones de vida”. Pero cambiar el nombre no elimina el dolor. Jesús derramó lágrimas en la tumba de Lázaro. ¿Por qué y por quién lloró? Las lágrimas de Jesús son un enigma para algunos, ¡especialmente porque planeaba resucitar a Lázaro de entre los muertos!
En su Evangelio, Juan dice que los milagros de Jesús son señales que revelaron Su gloria (Juan 2:11). La resurrección de Lázaro es la señal suprema que preparó la escena para la revelación definitiva de esta gloria a través del milagro de la resurrección de Cristo. La resurrección de Jesús fue la máxima manifestación de la naturaleza divina de Cristo (Romanos 1:4). Sin embargo, las lágrimas de Jesús revelan una dimensión igualmente importante de la naturaleza de Jesús. Muestran Su humanidad y prueban que Él es nuestro gran sumo sacerdote que es capaz de “compadecerse de nuestras debilidades” (Hebreos 4:15).
A Jesús no le avergonzaba llorar en la tumba de Lázaro. La palabra griega que la NVI traduce como “se turbó” en el versículo 33 es una palabra que, en otros contextos, describe un fuerte sentimiento de indignación. Emociones como estas no están fuera de lugar en presencia de la muerte. La Escritura llama a la muerte “el último enemigo que será destruido” (1 Corintios 15:26). Aunque sabía que Lázaro pronto volvería a vivir, Jesús no se avergonzó de compartir el dolor que sentían Sus amigos. Algunos comentaristas creen que Jesús también se conmovió profundamente ante la perspectiva de Su propia muerte inminente.
Este pasaje debería consolarnos en nuestro dolor. Aquellos que conocen a Cristo todavía sentirán tristeza, pero se nos dice: “No se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza” (1 Tesalonicenses 4:13). No hay necesidad de esconder nuestras lágrimas de Jesús. El que lloró en la tumba de Lázaro no las despreciará.
- ¿Estás luchando con el dolor o la tristeza hoy? ¿Cómo te hace sentir saber que Jesús lloró?
Ora con nosotros
Cristo nuestro Señor, Tú eres el Dios todopoderoso, y sin embargo lloraste en la tumba de Tu amigo Lázaro. Nos revelaste Tu dolor y humanidad. Gracias porque podemos traer todas nuestras lágrimas y tristezas a Ti y encontrar consuelo.
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